Estancia Jesuítica San Miguel del Carcaraña

Donde el pasado cobra vida  

SITUADO : SUR DE SANTA FE, SOBRE EL RÍO CARCARAÑA. TIEMPO DE SU ASENTAMIENTO: 1719-1767


Fotos

EXPLORACIONES 1994

ESTANCIA JESUÍTICA SAN MIGUEL DEL CARCARAÑÁ

FOTO Nro. : “1”

viñeta 01-Resto de una punta de lanza (acero)
viñeta 02-Resto de una hebilla (hierro)
viñeta 03-Restos de un mecanismo de arma de avancarga (hierro)
viñeta 04-Resto de un gancho (hierro)
viñeta 05-Restos de espuelas (hierro)
viñeta 06-Restos de estrellas de espuelas (hierro)
viñeta

07-Resto de un cortafierro (hierro)

viñeta 08-Restos de pistillos de puertas (hierro)
viñeta 09-Restos de llaves (hierro)
viñeta 10-Resto de un pasador de llave (hierro)
viñeta 11-Resto de una bisagra (hierro)
viñeta 12-Resto de un tenedor (hierro)
viñeta
13-Resto de una maza para prensa cóncavo en el centro (hierro)
viñeta
14-Restos de clavos forjados a mano cabeza desentrica. Empieza en cuadrado y termina en punta gran variedad de medidas (hierro)
viñeta 15-Restos de cuchillos

EXPLORACIONES 1994

ESTANCIA JESUÍTICA SAN MIGUEL DEL CARCARAÑÁ

FOTO Nro. : “2”

viñeta

01-Restos de espuelas (bronce y cobre)

viñeta

02-Restos de escudos por detrás (pasa cinto) (bronce)

viñeta 03-Restos de diferentes tipos de hebillas (bronce
viñeta 04-Restos de botones (bronce y metal blanco)
viñeta 05-Cuenta Rosario (vidrio)
viñeta 06-Resto de un anillo (bronce)
viñeta 07-Restos de hebillas para cabellos (bronce)
viñeta

08-Dedal para cocer (bronce)

viñeta 09-Restos de ganchos (bronce)
viñeta

10-Restos de una maza (bronce)

viñeta

11-Resto manija de un candelabro (bronce)

viñeta

12-Resto de una espuela (bronce)

viñeta

13-Resto de una cuchara (bronce)

viñeta

14-Resto manija de una cuchara (bronce)

viñeta

15-Resto de un tenedor (bronce)

viñeta

16-Resto de un candelabro (porta vela) (bronce)

viñeta

17-Resto de una vaina de sable (bronce)

viñeta

18-Restos de remaches (cobre)

viñeta

19-Resto de un adorno (flores de chapa) (cobre)

viñeta

20-Resto de una espuela (figura tallada cara de un indígena) (alpaca)

viñeta

21-Restos de objetos de usos (cobre)

viñeta

22-Restos de adornos (cobre y bronce)

viñeta

23-Bala o munición de arma de avancarga (plomo)

viñeta

24-Resto de un adorno de arma con detalles (figuras) (bronce)

EXPLORACIONES 1994

ESTANCIA JESUÍTICA SAN MIGUEL DEL CARCARAÑÁ

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FOTO Nro. : “3”

viñeta 1-Restos medallas religiosas (línea medieval) nombre de los tres reyes magos en latín(Melchor, Gaspar y Baltasar) (bronce)
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2-Restos medallas religiosas (línea medieval) siglo XVIII (bronce)

viñeta

3-Resto de un crucifijo se puede observar una mujer rezando y parte inferior la calavera (bronce)

viñeta

4-Resto de un crucifijo un santo rezando (bronce)

viñeta

5-Crucifijo Jesús en la cruz parte inferior la calavera (bronce)

viñeta

6-Crucifijo una virgen parte horizontal dos angelitos (bronce)

viñeta

7-Resto de una estatuilla es probable San Pedro (bronce). Nota: se fotografiaron doble faz

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ESTANCIA JESUÍTICA SAN MIGUEL DEL CARCARAÑÁ

FOTO Nro. : “4”

viñeta 1-Monedas macuquinas reales Potosí fechas desde 1714 hasta 1760 (plata)
viñeta 2-Restos medallas religiosas (línea medieval) nombre de los santos en latín siglo XVIII (bronce)
viñeta 3-Restos Crucifijo religioso nombre del santo o la virgen en latín siglo XVIII (bronce) Nota: se fotografiaron doble faz

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 ESTANCIA JESUÍTICA SAN MIGUEL DEL CARCARAÑÁ

FOTO Nro. : “5”

viñeta

 Monedas macuquinas acuñadas en Potosí en minas de oro y plata de los españoles. Se acuñaron 200 años 1573-1773 conocidas como las recortadas, en valores ½ 1, 2, 4, 8 Reales hechas con un cuño y un martillo.Estas fecha 1714 hasta 1760 (plata).Nota: se fotografiaron doble faz

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ESTANCIA JESUÍTICA SAN MIGUEL DEL CARCARAÑÁ

FOTO Nro. : “6”

viñeta

1-Fragmentos cerámicas esmaltadas gres policromo siglo XVIII misiones jesuíticas

viñeta 2-Fragmentos de alfarerías vidriadas (verde) (pasta roja) tinajas siglo XVIII misiones jesuíticas
viñeta

3-Fragmentos mayólica española tardía (tríana) siglo XVIII misiones jesuíticas

viñeta 4-Fragmentos de alfarerías (el morro) siglo XVIII misiones jesuíticas
viñeta
5-Fragmentos de pipas indígenas
viñeta 6-Fragmentos de vidrios de diferentes tipos de recipientes tornasolados (tiempo en la tierra)
   
 

Foto numero 6 - Clasificacion ceramicas Socoorso Volpe

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ESTANCIA JESUÍTICA SAN MIGUEL DEL CARCARAÑÁ

 FOTO Nro. : “7”

viñeta

1-Ladrillo de 40 x 20 x 5 centímetros de espesor del centro a derecha se puede ver una pisada de un can (perro).

viñeta

2-Fragmentos de tejas de techo del tipo colonial cóncavas de más anchas a más angostas.

 

 

Medallas, monedas y otros objetos ampliados


MONEDAS MACUQUINAS Y MEDALLAS DE LA ESTANCIA “SAN MIGUEL” CON UN MAYOR DETALLE.


MEDALLAS

Medidas: 16mm x 20mm  
Medidas: 17mm x 15mm  
Medidas: 15 mm x 18 mm  
Medidas: 22mm x 21mm  
Medidad: 23mm x 21mm  
Medidas: 22mm x 18mm  
Medidas: 22mm x 19mm  
Medidas: 22mm x 19mm  
Medidas: 23mm x 20mm  
Medidas: 16mm x 13mm  
Medidas: 30mm x 25mm  
Medidas: 21mm x 18mm  
Medidas: 17mm x 21mm  
Medidas: 23mm x 24mm  
Medidas: 17 mm x 27mm  
Medidas: 21mm x 17 mm  



CRUCIFIJOS

Medidas: 36mm x 24mm  
Medidas: 32 mm x 18 mm  

RESTOS DE CRUCIFIJOS

 
   


OTROS OBJETOS

   


 
  Espumadera Tiza Cucharon



MONEDAS











Bibliografía

  JESUITAS Y FRANCISCANOS EN EL CARCARAÑA

 
Extraído del libro “Jesuitas y Franciscanos en el Carcarañá”
De Celaya, Ricardo, Doroni, Eduardo y Lentino, Elvio.
Editorial Cromográfica, 2007




En los campos de la actual localidad de Aldao (Dpto. San Lorenzo) existió en el siglo XVIII la “Estancia San Miguel del Carcarañal”, la misma constituyó el mayor asentamiento rural jesuita en todo el territorio santafesino. En esta reseña trataremos el período de 1719-1767 de permanencia jesuita en la zona, finalizando con la posterior llegada y traslado de los franciscanos a su actual sitio conventual en 1796. Tomando como eje esta antigua estancia nos interiorizaremos en los inicios de la histórica ciudad de San Lorenzo y su zona.



Los Jesuitas en Santa Fe

Desde sus primeros años en la provincia la compañía obtuvo tierras de estancia, adquiridas por vía de legados, compras o mercedes que, incrementadas, permitieron la conformación de uno de los más importantes establecimientos rurales del período colonial santafesino.

A fines del siglo XVII las principales estancias jesuíticas eran: San Antonio del Salado, Santo Tomé y La Bajada. Estas se ubicaban cercanas al río Salado y al denominado camino de los porongos que conducía a Santiago del Estero. Su posición privilegiada sobre esta ruta influyó en parte para que su producción dominante fuese la mular, al estar situadas casi fuera del área protegida, en esencia, más allá de las fronteras, fueron seriamente afectadas por los avances efectuados de los abipones, guaycurúes y otras tribus de principios del siglo XVIII, debiendo ser despobladas entre 1710-1715, como muchos otros santafesinos en esa coyuntura, también los jesuitas migrarían hacia espacios más seguros como el sur, siendo este hecho el que continuará nuestra historia más adelante .


La Estancia San Miguel



Frente de la capilla de la Estancia San Miguel
(Dibujo del Sr. Eduardo Doroni).


La pérdida y abandono de las estancias del norte de la provincia dio lugar a la formación de un nuevo establecimiento que no tardó en convertirse en el principal sostenimiento del colegio de Santa Fe durante el siglo XVII. Esta estancia fue adquirida por la compañía de Jesús el 13 de Septiembre de 1719 a su antiguo propietario Antonio de Vera Mújica.

San Miguel no escapó a las líneas generales trazadas para los otros establecimientos rurales jesuitas de la gobernación del Río de la Plata. Localizada en un paraje situado a 20 leguas de la ciudad de Santa Fe, la estancia se ubicaba próxima a diversos cursos de agua en el camino de Santa Fe a Buenos Aires, además la desembocadura del Carcarañá en esta zona formaba un rincón o lengua de tierra que ofrecía gran seguridad ante cualquier invasión y que servía para contener los robos de animales (dichas invasiones y ataques fueron la causa principal de esta nueva radicación). Comprendía un área de 3 leguas y 8 cuadras al naciente (Este); 2 leguas río arriba y 2 leguas río abajo, pero no había epicentro; tal estancia se situaba en el desmochado, lo que hacía necesario la instalación de puestos (su superficie abarcaba casi 300.000 hectáreas). Todo este complejo junto con 1500 cabezas de ganado, 3200 yeguas y 500 mulas le costó a los jesuitas 13000 pesos en plata de la época (4000 de contado y el resto 9000 a 2 años).

Estas mismas tierras cumplían además la función de límite entre las capillas del Rosario y la de Río Tercero, situación que daba lugar a múltiples conflictos, ya que ambas consideraban la estancia como perteneciente a su jurisdicción. La orden, no ajena a las disputas, intervino regulando, según los momentos y circunstancias los derechos de una u otra sede, especialmente en las disputas que giraban en torno al cobro de las oblaciones de bautismos, casamientos y defunciones.

La arquitectura de la estancia

Sin dudas, San Miguel constituyó el mejor ejemplo de arquitectura rural jesuita en territorio santafesino. El mismo se conformaba de la siguiente manera: con una capilla y una residencia anexa. La capilla estaba construida en adobe crudo y techada de tejas, su pórtico era similar (no igual) al del templo actual de San Lorenzo, sobre el arco del frente había una espadaña con tres campanas, en el interior se erigía un altar mayor compuesto por dosel con espaldar de damasco con la imagen de San Miguel, en un nicho se veneraba una imagen de vestir de nuestra señora del Rosario.

La residencia, adosada a la capilla, se estructuraba en torno a dos patios: uno menor y otro principal, dispuestos uno a uno a continuación del otro sobre el frente. El patio principal se definía en forma de U. Uno de sus lados estaba determinado por la capilla, sacristía y contra sacristía; en los otros dos lados había nueve celdas o aposentos, un refectorio y un cuarto de lugares comunes. Los mismos estaban rodeados por galerías con arcos de adobe cocido, mientras que sobre el frente se levantaba un tapial con la puerta de ingreso o como llamaban los lugareños puerta del campo. El segundo patio, estaba rodeado en todos sus lados por dependencias de servicio. Allí se ubicaban ocho cuartos de media agua, con la panadería, el horno, la despensa, algunos de ellos de ladrillo cocido y otros de adobe crudo.

En la parte trasera del complejo aparecía la típica huerta, que se comunicaba con el edificio por medio de una sala de tránsito. Separada se levantaba la ranchería, con ocho cuartos de media agua y dos para carpintería. La organización contemplaba, por último, la existencia de molinos de grano, corrales, potreros, puestos, etc., y si bien se dedicaban especialmente a la cría del ganado, parte del suelo era también trabajado. Todo el conjunto estaba cubierto de teja pero la misma no debió de haber sido de buena calidad, ya que este factor junto con la técnica empleada para la misma aceleró su deterioro luego de la expulsión de los jesuitas en 1767.



Plano de la Estancia de San Miguel del Carcaraña 1787


 

 ANTES DE SU DESMANTELAMIENTO SE DETALLÓ UN PLANO DE LA ESTANCIA JESUÍTICA POR LOS FRANCISCANOS EN EL AÑO 1787.






Los puestos de la estancia

Dentro de los límites de la estancia estaban ubicados además del casco, seis puestos o capillas. Los mismos abarcaban una superficie actual de casi 300.000 hectáreas. En el casco residían un Padre o Hermano estanciero y uno o dos padres a cargo de la enseñanza de la doctrina. Dentro de ese marco, la pequeña comunidad jesuita de San Miguel reglaba la vida de una amplia comunidad laica de trabajadores, libres y esclavos que llegó a contar con más de 100 personas.

En la propiedad, los puestos cumplían funciones defensivas al mismo tiempo que actuaban como centros productivos, de ahí el interés por comprarlos luego de la expulsión. El afincamiento de grupos familiares esclavos que cuidaban el ganado y cultivaban al mismo tiempo que hacían guardia contra indios y malhechores, habían transformado a los puestos en enclaves articulados entre sí y con el casco de la estancia. Su estratégica localización termina conformando posteriormente a actuales poblaciones santafesinas.


PUESTO


LOCALIZACIÓN ACTUAL

San Miguel
(rodeando  el casco)

Actual localidad de Aldao

De la Esquina

San José de la Esquina

Rincón del Carcarañá

Desembocadura del río Carcarañá en el Coronda

Puesto de la Cañada

Roldán

Don Lorenzo

San Lorenzo

San Ignacio

Comprendería tierras de Clodomira, Candelaria y Gral. Roca.



La importancia económica de San Miguel

La ubicación privilegiada con que contaba la estancia, su proximidad a diversos cursos de agua, contar con el rincón del Carcarañá – sitio seguro frente a cualquier invasión y que servía para contener los rodeos de animales-, sus posibilidades de comunicación por vía terrestre y fluvial con la ciudad de Santa Fe y otros mercados locales y regionales y su eficiente administración posibilitaron un aumento creciente de la productividad de la estancia.

En cuanto a su organización, San Miguel combinaba la ganadería -central en las relaciones entre la estancia y el mercado- con el cultivo del cereal y las labores de huerta. Estas actividades respondieron a la política de limitar la dependencia de la estancia con respecto al mercado asegurando así su aprovisionamiento interno. Los inventarios de 1769 y 1771 revelan a la ganadería como el rasgo más sobresaliente, a pesar de las diferencias existentes entre ambas estimaciones. Esta última arroja cifras más ajustadas en relación al número de cabezas de ganado al momento de producirse la expulsión -39.173 en comparación a las 21.323 aportadas por la primera tasación-

El ganado vacuno y la cría de mulas le permitió a San Miguel integrarse por un lado, a los circuitos comerciales generados por la producción de plata potosina, y por otro, a través de diferentes prácticas, al comercio ilegal con los súbditos de la Corona de Portugal. La circulación también estuvo orientada a solucionar los problemas de abastecimiento de carne de la ciudad de Santa Fe.

Crónica de una expulsión anunciada

La pragmática sanción del 2 de abril de 1767, dictada por Carlos III, dispuso la expulsión de los regulares de la Compañía de Jesús de la totalidad de los dominios hispanos e indios. Y la inmediata ocupación de sus bienes.

Al año siguiente. 1768, los últimos religiosos abandonaron el colegio de San Miguel, quedando así trunca una obra, pero flotando un espíritu que jamás desaparecería. El primer artículo de la Real Pragmática Sanción disponía, a la vez, la ocupación de las temporalidades de la Compañía, comprendiendo la definición bienes y efectos, muebles e inmuebles y las rentas eclesiásticas.

Encargada de tales tareas en nuestra zona fue la junta de Santa Fe (que no estuvo exenta de sospechas de irregularidades) que dispuso el remate de los bienes. La subasta, se efectuó en aquella ciudad los días 5, 10 y 20 de septiembre de 1774. Y a partir de entonces, muchos serán los que aparecerán como nuevos dueños de la tierra: Ignacio Díez de Andino, Juan Francisco Aldao, Antonio Molina, Juan Antonio Helguera, Francisco Lucena, Ignacio Villarroel, Francisco Pérez, los cabezas de las familias Araya, Roldán, etc.

De esta manera el emporio mercantil, agrícola y ganadero se descalabró dolorosamente, teniendo a su vez consecuencias en toda la zona: la mano de obra del entonces Pago de los Arroyos no tuvo desde ese momento la ocupación que los jesuitas le brindaron. Se resintieron los transportes locales y los carreteros quedaron sin trabajo. La navegación fluvial del Carcarañá y del Coronda hasta Santa Fe y viceversa se fue extinguiendo con el último jesuita. Los indios, negros, mulatos, mestizos, criollos y gauchos que formaban aquella laboriosa y progresista comunidad desaparecieron paulatinamente en el lugar.

Los emprendedores dirigentes de la estancia San Miguel, entre los cuales se encontraban relevantes cultores de las artesanías, de las artes y de las ciencias tuvieron que seguir el camino de la expulsión, y la estancia, estremecida por la medida drástica, vio desierto su casco y sus puestos.


La llegada de los franciscanos en 1776


La radicación original de la congregación franciscana en la zona de San Lorenzo no residió en el actual convento “San Carlos”, sino a las orillas del Carcarañá, en el sitio en que había pertenecido a la Compañía de Jesús, expulsada entre los años 1767-1768. Entre los bienes quitados a los jesuitas por la junta de temporalidades figuraban prácticamente la venta de todas sus tierras, rancherías, ganado, puestos, haciendas y esclavos.

Al establecerse en 1776 sólo pudieron obtener una parte de lo que había quedado del casco de la estancia cerca del Carcarañá juntamente la mayoría de los elementos religiosos. Los franciscanos tenían como premisa conformar un centro propagador de la fe, de formación de misioneros para la evangelización, ya eran tiempos de rezar y no de pensar proyectos políticos o económicos, el mismo fue fundado en el 1 de enero de 1780 gracias al permiso del Rey Carlos III, el mismo que expulsó a los jesuitas. Como una paradoja el naciente colegio se llamó “San Carlos” en gratitud al monarca. Pero nos resulta comprensible dado que la orden franciscana termina por complementar el proceso de expulsión y sustitución de la Compañía de Jesús en nuestra zona. El mismo, como veremos más adelante, no terminaría allí.

El estado de las instalaciones era tan deplorable que rápidamente los franciscanos se pusieron en campaña para trasladar al naciente convento hacia el puesto de Don Lorenzo, el cual iba teniendo un mayor dinamismo de circulación que en épocas anteriores. Finalmente, el 6 de mayo de 1796 se efectúa el traslado del Convento y Capilla desde el Carcarañá hacia su actual sitio en San Lorenzo.

No debemos olvidar que la radicación de los franciscanos en el lugar significó, asimismo, una auténtica partida de nacimiento para la posterior ciudad de San Lorenzo; fecha que actualmente se conmemora cada año.

Extraído del libro “Jesuitas y Franciscanos en el Carcarañá”
De Celaya, Ricardo, Doroni, Eduardo y Lentino, Elvio.
Editorial Cromográfica, 2007



Se presento el libro. Sociedad Italiana de Union y Benevolencia de San Lorenzo
Centro Ligure "Emanuel Devoto" de San Lorenzo

De izquierda a derecha:
Ricardo Celaya
Ana Maria Taranto
Eduardo Doroni
Elvio Lentino
Intendente Monica de la Quintana

 

(Audio)

Relator: Licenciado Luis Angel Maggi

BIBLIOGRAFÍA DEL AUTOR “AMADEO P. SOLER”

TÍTULO : “HISTORIA DE PUERTO GABOTO SIGLO XVIII”

NOTAS DEL LIBRO :

COMPRAS DE LA TIERRAS

EN EL AÑO 1719 EL MAESTRO DE CAMPO DON ANTONIO FRANCISCO DE VERA Y MUJICA VENDIÓ A LOS JESUITAS UNAS TIERRAS LIMITADAS AL NORTE DEL RÍO CARCARAÑÁ . LAS HABÍA HEREDADO DE SU PADRE DON ANTONIO DE VERA Y MUJICA QUIÉN LOS OBTUVO EN MERCED EN 1656 GRACIAS AL ENTONCES MAESTRO DE CAMPO DON PEDRO BAIGORRIA .   LAS TIERRAS IBAN DESDE LA BAJADA SAN LORENZO HASTA EL CARCARAÑÁ , RÍO ARRIBA DEL PARANÁ Y UNA PUNTA QUE HACE ENTRE LOS DOS RÍOS , Y QUE TENDRÁ DE FRENTE TRES LEGUAS HASTA EL CAMINO DE CORDOBA , QUE DIVIDE ESTA CIUDAD DE SANTA FE Y CAMINO DE CARRETAS HASTA EL PASO DEL CARCARAÑÁ .

 LA EXPULSIÓN DE LOS JESUITAS

PROSEGUIMOS CON LA CRONOLOGÍA : EN EL AÑO 1766 LLEGÓ A LA GOBERNACIÓN DE BUENOS AIRES FRANCISCO DE PAULA BUCARELLI Y EN DICIEMBRE DE ESE AÑO EL NUEVO GOBERNADOR DISPUSO EL CESE DE DON ANTONIO DE VERA Y ARAGÓN  COMO SU TENIENTE DE GOBERNADOR EN SANTA FE . LA GUARDIA DEL CARCARAÑÁ PERDIÓ A SU AMIGO Y LOS JESUITAS DE LA ESTANCIA SAN MIGUEL CON LA PRESENCIA DE BUCARELLI  EN BUENOS AIRES, ANTIJESUITA DECLARADO, EMPEZARON A VISLUMBRAR SU ENTRAÑAMIENTO.NO TARDARON EN RECIBIR LA CATEGÓRICA NOTICIA DE SU EXPULSIÓN. EL EMPORIO MERCANTIL, INDUSTRIAL, AGRÍCOLO Y GANADERO QUE HABÍAN LEVANTADO BAJO LA PROTECCIÓN DE LAS MILICIAS GABOTERAS SE DESCALOBRÓ DOLOROSAMENTE. EL PUEBLO DE GABOTO SUFRIÓ TAMBIÉN LAS TRISTES CONSECUENCIAS. LA MANO DE OBRA DE LA ZONA NO TUVO EN ESE MOMENTO LA OCUPACIÓN QUE LOS JESUITAS LE BRINDARON. SE RESINTIERON LOS TRANSPORTES LOCALES Y LOS CARRETEROS QUEDARON SIN TRABAJO. LA NAVEGACIÓN FLUVIAL DEL CARCARAÑÁ Y DEL CORONDA HASTA SANTA FE Y VICEVERSA SE FUE EXTINGUIENDO CON EL ÚTIMO JESUITA. LOS INDIOS, NEGROS, MULATOS, MESTIZOS, CRIOLLOS Y GAUCHOS QUE FORMABAN AQUELLA LABORIOSA Y PROGRESISTA COMUNIDAD DESAPARECIERON PAULATINAMENTE DEL LUGAR.

 

Plano Topográfico: Región de la Estancia San Miguel


 

OBSERVACIONES :

A CIENTO OCHENTA  METROS DE UN MANANTIAL DE  280 X 130 X 8 MTS. DE PROFUNDIDAD Y 300 MTS. DEL RÍO CARCARAÑA CAMPO QUE SE CULTIVA DIÁMETRO DE LA EXPLORACIÓN 90 X 90 MTS. , MONTÍCULOS HAY CIMIENTOS, PRIMEROS INDICIOS: CERÁMICA DE BARRO, LOZA ESMALTADA, VIDRIO, LADRILLOS.

 

Los Jesuitas en el Pago de los Arroyos: La Estancia de San Miguel del Carcarañal (año 1789)




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